lunes, 15 de marzo de 2010

Acoso y derribo

El proceso de acoso y derribo contra el juez Garzón me trae a la memoria los versos de Martin Niemöller (que por error algunos atribuimos durante tiempo a Bertolt Brecht): "Cuando los nazis vinieron a llevarse los comunistas, guardé silencio, porque yo no era comunista; cuando encarcelaron a los social demócratas, guardé silencio, porque yo no era social demócrata...", hasta finalizar: "Cuando vinieron a buscarme, no había nadie más que pudiera protestar".

Cuando especuladores financieros, promotores inmobiliarios, banqueros, jueces y políticos corruptos nos estafan y mienten hasta llevarnos adonde estamos, los ciudadanos de a pie guardamos silencio. Cuando sus servidores descapitalizan los servicios públicos sanitarios y de enseñanza beneficiando a sectores empresariales privados / religiosos, les dejamos.
Cuando se endurecen las leyes contra los inmigrantes en el momento que no los necesitamos, no protestamos, porque no somos inmigrantes. Cuando la democracia se empobrece hasta quedar reducida en la práctica a un bipartidismo excluyente o un reparto de mercado, seguimos guardando silencio.
¿De verdad alguien puede pensar que este proceso es un problema jurídico, una pelea de jueces de trasfondo político que no nos afecta porque no somos Garzón? ¿Qué vendrá después? Ojalá de tanto callar no nos quedemos algún día sin voz.